martes, 25 de octubre de 2011

María Teresa de Calcuta el poder de la oración

Cuando decidí escribir este artículo y hurgue en la vida de esta maravillosa mujer al servicio de los mejores intereses de la humanidad, reflexione sobre los medios en que podemos contribuir con nuestro prójimo; ¿Cuantos estaríamos dispuestos a dejar nuestra comodidades y estilos de vida para dedicarnos al servicio de los demás? estoy más que seguro que muy pocos; esto nos dice cuan abnegada e inmolada  fue. A continuación un compendio de su vida.

Agnes Gonxha Bojaxhiu mejor conocida como Madre Teresa de Calcuta, nació el 26 de agosto de 1910 en Albania, nacionalizada India y falleció el 5 de septiembre 1997.

Desde los 12 años sintió el deseo de ser religiosa, ingresando a los 18 años a la orden de las hermanas de Nuestra Señora de Loreto, en Irlanda; el 24 de mayo de 1937 se convirtió en esposa de  Jesús, desde ese día se llamó Madre Teresa, con absoluta fe en el Poder de la Oración.

En 1946, orando recibe el llamado de entregarse al servicio de los más necesitados y adentrarse a convivir con ellos, espera casi dos años para que el Vaticano le otorgue el permiso, donde funda la congregación religiosa Misioneros de la Caridad; las cuales se extendieron en muchos otros países; a los 38 años comenzó a vestir con un zari blanco bordado de azul que es la vestimenta que identifica a los pobres.

Recibió el premio Nobel de la  Paz en 1979. Enferma continuó trabajando, la Madre Teresa contribuyo a la humanidad dando su vida al servicio y dedicación incansable con una fe firme de caridad extraordinaria por los desamparados, sacrificando su vida a favor de los olvidados, es un ejemplo de consagración.




Al fallecer el gobierno de la India le concedió un funeral de estado, su sepulcro es un lugar de peregrinación y oración. Fue beatificada el 19 de octubre del 2003 por Juan Pablo II. Ha sido el proceso de santificación más rápido en la historia de la iglesia, por su testimonio de fama mundial de virtud y labor benefactora.

Una de las grandes enseñanzas que nos dejo fue el poder de la oración, logrando lo que para muchos parece imposible, ese poder aumenta la fe, libera los temores, nos fortalece, orienta nuestras vidas y se reciben bendiciones. ¿Te has fijado que los momentos de mayor dificultad lo primero que se nos ocurre  es hacer una plegaria? después de orar experimentamos paz y confianza, muchos testimonios han demostrado su eficacia.





El fruto del silencio es la oración, el fruto de la oración es la fe, el fruto de la fe es el amor, el fruto del amor es el servicio, el fruto del servicio es la paz. -María Teresa de Calcuta-