Cuando el amor va más allá de lo posible

Antony y Yoly

Corría el 2002, tras larga espera de meses de incertidumbre, nació Antony Yanidel con el síndrome Edwards (Trísomía 18: condición genética producida por cambios en el número de cromosomas; el 95% de los recién nacidos fallecen antes del primer año). Un año después de su llegada, es recibido en el calor de su hogar, rompiendo los pronósticos.

Hoy en día cuenta con 9 años, muestra valentía, fortaleza y determinación, demostrándonos desde su nacimiento la tenacidad por continuar el camino, haciéndonos participes de los milagros de amor y del poder de la oración. Ha abierto ya puertas incluyendo los planes médicos que no eran contemplados por dichas afecciónes, venciendo obstáculos, contando con alta tecnología para proseguir con su subsistencia; como lo es el uso constante del ventilador para respirar y gastrostomía (sonda de alimentación).

Dentro de su situación es un niño feliz, transmite alegría, seguridad, perseverancia y apego, dando pruebas que el amor es la fuerza que mueve al mundo y es capaz de transformarlo todo.

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Amanda

 Esto es consecuencia del amor incondicional que le ha profesado su madre, esta permanencia esta justificada por una historia de entrega, sacrificio y absoluta dedicación, con una sensibilidad espiritual llena de sabiduría sin perder la expectativa. Es quien diariamente tras sus innumerables responsabilidades jamás ha
dejado de buscar alternativas por el bienestar de su hijo; con un amor auténtico que entrega todo para darle una calidad de vida admirable. Reconocida por médicos, familiares y amigos por el vínculo profundo que mantienen, el cual ha sido un factor determinante en su haber incansable en un ambiente rodeado de amor y paz.

En este espacio reconocemos el valor de una madre en su lucha inagotable, en reflejo de tantas situaciones similares. Es una bendición divina que Antony tenga una progenitora como tú, Yoly. Te ama tu hermana Amanda.


A continuación, vamos a transcribir segmentos de las memorias del corazón de una madre (cuyo hijo no tiene presagio de vida).

Primera Hora 14/04/03 (Puerto Rico)

Es de guerrero llevar la luz  siempre de acuerdo con la esencia. Como ser humano nunca cambies el alma y la pasión por principios. El amor es un sentimiento que emana de la Divinidad y los principios del ser humano por lo tanto somos imperfectos. La vida, no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda para contarlo. La muerte no es dejar de existir es despojarse de la indumentaria física.

Así comienzan mis escritos... gracias por todo el apoyo incondicional, por tomar mis preocupaciones y acunarlas en sus corazones; mostrándoselas al Señor, expresando misericordia. Las buenas obras permanecen en las acciones que se realizan día a día, la fortaleza irradia de un río de ilusiones, mis noches desveladas
entre sollozos y temores, amanecen refugiadas en mí testimonio.

Seres de luz llegan a nuestras existencia para hacer de nuestros caminos, menos pedregosos. El creador te ha bendecido, mira en tu interior, y sentirás el placer de poder entender que todos somos importantes y eso depende de ti. Siga leyendo... Aquí

Vídeo, colaboración de Abdiel  Flores.